En la política venezolana, vuelve a predominar el ambiente guerrerista de lado y lado, pero con énfasis en el lado del chavismo. Los discursos de Maduro y Cabello se han orientado a preparar a la población sobre la inminencia de algún hecho violento de procedencia externa. En el pasado llegaron a mencionar los blackhawks y las defensas que se desplegarían para neutralizarlos; pero esta vez, sin tantas precisiones, pareciera que hay algo en el ambiente que ellos saben y que su expresión corporal y discursiva, no puede ocultar. Dos de las teorías que se escuchan, dicen, la una que EEUU solo invadiría luego de la reelección de Trump, y la otra, que en cualquier momento podríamos recibir un ataque desde la frontera con Colombia. Es de hacer notar que la FANB no aparece mencionada, y que las teorías de la fractura y el golpe no prosperaron.
Las expectativas del chavismo con respecto a Barbados, son muy diferentes a las de la oposición, y parece difícil que puedan llegar a converger. Por ejemplo, los primeros no ven elecciones presidenciales antes de tiempo, mientras que la oposición da por sentado que las habrá, y pronto. La oposición ve que las elecciones para renovar la AN deben ser a finales del 2020, mientras que el chavismo pretende adelantarlas, inclusive para este mismo año 2019. Ese abismo entre las posiciones, hace que sea irrelevante cualquier otro tema. Lo cual no quiere decir que Barbados deba desaparecer; todo lo contrario, sería razonable que quedara como una instancia permanente para resolución de conflictos, y que esté allí para cuando sea necesaria, que será para después del choque de trenes que parece inminente, pero que no está muy claro en qué consistirá, ni a que se parecerá.
Cuando Maduro dijo el viernes que las parlamentarias están “a la vuelta de la esquina” y que “no veo el día que llegue para sacarnos esa espina que tenemos de la derrota del 2015″, no pareciera que está pensando en finales del 2020, sino mucho antes.
Para el chavismo, entrar en campaña de la AN anticipada le sirve de varias maneras:
- Una que tiene que ver con la reunificación interna, que llevaría a que algunos dirigentes díscolos entraran en campaña y buscaran su puesto de diputado, mientras que dejan que la actual AN continúe “en desacato”. Según este criterio, no tendría sentido que ellos se incorporaran, porque sería como revivir una institución que ya está anulada en el imaginario colectivo del chavismo; además que se perdería un enemigo interno estable, el cual les resulta muy necesario en tiempos de mal gobierno, cuando hay que echarle la culpa a alguien interno, además del ya tradicional “imperio” y sus sanciones.
- La otra, sería para hacer formalmente evidente la división de la dirigencia opositora, entre aquellos que postularían diputados para el adelanto, y aquellos que promoverían la abstención, por no considerar que la actual AN deba renovarse antes de tiempo, y menos aun cuando toda la arquitectura de poder, que respaldan más de 50 países, está apoyada en esta asamblea con Guaidó a la cabeza. Y si esto fuera así, posiblemente, dentro de la estrategia del doble gobierno o gobierno dual, tendríamos también dos AN´s.
No hay que perder de vista que desde el año 2017, se generó en el país una doble institucionalidad, cuyo exponente chavista es la ANC, y el opositor, la AN; y la pulseada entre esos dos mundos nos ha traído hasta aquí. Los partidos de oposición no deberían caer en el juego de la división, y comenzar a trabajar en la reconstitución de sus infraestructuras partidistas en el país profundo, y asegurarse que, como en el 2015, serán capaces de retener cada voto que obtengan, mediante una sólida y poderosa red de testigos de mesa y representantes del partido, que se mantengan hasta el final del conteo. Después de todo: son mayoría. En definitiva allí es que se jugará el futuro democrático del país.
En pocas palabras, la lectura seria, que si Barbados no prosperara, entonces se consideraría que no hay otra vía que la violencia, ya sea la puramente interna, la externa, o la combinación de ambas. El informe Bachelet fue como el “permiso” de la izquierda internacional, para proceder en Venezuela.
Social
Mientras se habla mucho de política y algo de economía, casi no se habla de lo mal que lo está pasando la población. No hay a la vista llegada de barcos con alimentos o materias primas, por lo cual podemos anticipar que lo pasará peor.
En estas vacaciones escolares se reanudará la ola emigratoria de venezolanos al exterior. No parece que ni chavismo, ni oposición, sean capaces de generar una expectativa positiva (como la que generó Guaidó en el 1er trimestre de este año) que pudiera retenerlos. El rol de los representantes de Guaidó en los países de destino, actuando en conjunto con organismos internaciones y con autoridades locales, se constituyen en la red de contención de gente que sin planificación, se lanza fuera del país buscando un mejor futuro, y a veces, simplemente cualquier futuro. Alguien va a tener que ayudar a esos gobiernos que de repente se ven asumiendo responsabilidades que le tocarían al estado venezolano, y que este se las transfiere sin contrapartida, ni supuesto de reconocimiento.
Política
Se está moviendo en dos dimensiones solo unidas por la bisagra en que ha devenido la mesa de Barbados. La dimensión externa, profundamente afectada por el informe Bachelet, pareciera ya no tener retorno que favorezca al chavismo, tendiendo a endurecerse cada vez más, y arrastrándonos a lugares impensados como el terrorismo, y a vincularnos con Irán, Hezbollá y el ELN; todos prolegómenos de violencia militar. Y la dimensión interna, en la que el chavismo lucha contra sí mismo, por el deterioro acelerado del país, tendiendo a radicalizarse (Maduro dixit), con una oposición que aun no encuentra un rol interno donde se sienta cómoda. Y las dos dimensiones parecieran converger en violencia en algún momento del tiempo; recién después de la cual, podríamos tener una esperanza de solución. El chavismo quiere un Barbados para siempre, mientras que la oposición/EEUU, quieren que tenga un tiempo limitado, luego del cual, y si no hay acuerdos, pasarían a una etapa más contundente.
Van a tener que elegir entre mantenerse en el gobierno o recuperar la revolución, pues ambos parece que no pueden lograrse al mismo tiempo. Cada día en el gobierno, sin cambiar el rumbo, conlleva un costo muy alto en seguidores y en alejamiento de los principios que ellos mismo se trazaron de dar bienestar al pueblo, y que si no lo lograban, se irían del gobierno (Chávez dixit). Pero está pasando todo lo contrario, el país, el pueblo, está cada día peor y el chavismo insiste en que ellos no se irán del gobierno, “ni por las buenas, ni por las malas”, lo cual le limita las opciones a la oposición/EEUU, y los conduce a un enfrentamiento no democrático, del cual se sabe cómo se entra, pero no cómo se sale. La teoría de que luego del enfrentamiento, viene la negociación, es válida solo si se dan ciertas condiciones de convivencia. Esto no sería aplicable si se tratara de una derrota militar, luego de la cual, quedan prisioneros derrotados, sin opción a participar, y ni siquiera a opinar.
Es importante que el chavismo entienda que retener el poder, por el poder mismo, sin que se produzcan mejoras en la vida del país, no nos llevará a ningún lugar bueno, pues ninguna guerra, tenga la intensidad que tenga, resulta buena para el país derrotado. Porque de eso se trata, cuando los máximos dirigentes del chavismo se preparan para la guerra; en realidad se están preparando para perderla, pues por más antecedentes de resistencia tipo Vietnam que se invoquen, lo cierto, es que nosotros no somos orientales, y la mezcla EEUU-Colombia, puede ser letal para nuestro país. Por favor, no nos lleven por ese camino.
Económico
Los trascendidos de que la UNIF goza de una nueva autonomía y sale de la Sudeban, de que la figura del oficial de cumplimiento en la banca deja de ser obligatoria y pasa a ser voluntaria, mas la reaparición del petro en la escena bancaria, son, vistas en conjunto, como señales preocupantes que pudieran debilitar los controles sobre la legitimación de capitales. No ahora que todo es en bolívares, sino mirando a un futuro cercano en que las operaciones en dólares podrían alcanzar una nueva legalidad que vaya más allá de la mera transaccionalidad de cambio que estamos viendo hasta ahora. Pudiéramos estar preparándonos para pasar de una burbuja en aislamiento, a un paraíso tipo Panamá o alguna de las islas del Caribe.
El disparo del dólar paralelo es una señal que tiene doble lectura: una que hubo descoordinación entre los pagos del estado, incluyendo PDVSA y la política monetaria, llevando a una masiva presión sobre el paralelo, que como siempre, cuenta con mayor oferta que el oficial; y otra que como consecuencia del disparo, devaluarían de oficio al dólar oficial y se retornaría a los controles tal como era tradicional; y el ala dogmática del chavismo se habría impuesto una vez más, profundizando la crisis.
Ya que se han dado pasos importantes en cuanto al reconocimiento del mercado, sería razonable que se levantara el control de cambio, y se permitiera operar al precio que resulte, sin llamarlo “oficial”, porque eso, mas la publicación en la página del BCV, le pone una carga negativa que lleva a que al momento de escribir este informe, el paralelo esté en Bs. 11.000,00, mientras el oficial se rezagó a Bs. 7.503,91. Con una economía tan pequeña y elemental como la nuestra, no podemos darnos el lujo de tener dos mercados, pues a lo único que favorece es al tradicional arbitraje, de cobrar facturas en dólares o euros a precio oficial, e inmediatamente, vender esas divisas en el mercado paralelo. Más de lo mismo…esto no puede seguir así, algo tiene que cambiar.
Latest posts by Benjamín Tripier (see all)
- La naturaleza del alacrán - 20/08/2019
- Hay que parar esta locura!!! - 12/08/2019
- Reseteo y reinicio - 05/08/2019