La Visión de Negocios de una empresa sustentable tiene tres dimensiones, la técnico-económica, la ambiental y la social, debiendo establecerse fronteras claras de responsabilidad operativa entre ellas y considerando que las tres se articulan a través del mismo modelo de negocios.
El recurso humano, o sea los trabajadores de una empresa, entran en la dimensión técnico-económica, mientras que la pobreza del entorno entra en la dimensión social.
En nuestra Venezuela del 2011 con una población de alrededor de 27 millones de habitantes, 21 millones de los cuales pertenecen a las clases socio demográficas D y E (Pulso Nacional de Datos), hay que considerar a la Responsabilidad Social Empresarial con un criterio de inclusión social; o sea que cada bolívar gastado/invertido a través de esas partidas del estado financiero, persiga un objetivo de incluir a alguien que no estaba incluido.
Por eso a nuestro enfoque metodológico en NTN Consultores, lo llamamos RISE y está orientado a dar prioridad al entorno, pues existe una brecha muy grande entre las condiciones de nuestros trabajadores, por básicas que sean, y las brutales carencias de los sectores excluidos que generalmente rodean nuestros centros de operación y producción.
De la población económicamente activa del país, la perteneciente al sector del empleo formal es la única que goza de la protección del marco jurídico – ley del trabajo, loccimat, locti – y de las técnicas gerenciales orientadas a la administración exitosa del recurso humano, incluyendo motivación, fidelidad y compromiso, mejora del clima laboral y de la comunicación interna, así como de mayor identificación con la cultura de la empresa.
Esto significa que ya sea que la gerencia que los gestiona sea buena o mala, o que el empresario sea responsable o no, tienen como mínimo un conjunto de condiciones favorables que los privilegia y diferencia del resto de los venezolanos.
Sin descuidar las condiciones laborales de sus trabajadores, cada empresario debe tomar conciencia de la importancia estratégica que tiene su entorno tanto para el desarrollo de su negocio en particular, como para el del país en general. En la medida en que la relación de la empresa con la comunidad se estrecha y se hace vinculante, ésta puede resultar un aliado valioso en momentos turbulentos, al sentir que pierde si la empresa desaparece.
Por el contrario, si la empresa no considera activa y responsablemente el compromiso con su entorno social, no solo perderá una línea de defensa importante al momento de necesitarla, sino que la comunidad se sentirá inclinada a que “otros más sensibles” se hagan cargo de la operación de esa empresa.
La única posibilidad de salida hacia el progreso y el desarrollo que tiene Venezuela está en la comprensión de que no habrá empresa (ni gobierno) con éxito sustentable mientras haya entornos de pobreza como los que tenemos a la vista diariamente; y de que es responsabilidad de todos solucionarlos vía la inclusión social.
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