La premisa importante para entender la situación política argentina es que la contienda está fuertemente polarizada entre Macri y Cristina. Es difícil pensar que un personaje tan potente como ella podría ser influido por un Massa o por un Fernandez; por el contrario, ellos que aparentan que pudieran adicionar dosis de independencia, flexibilidad y apertura a la fórmula -ambos vienen de ser sus subordinados- terminan siempre bajo el paraguas del kirchnerismo que a estos efectos prácticos, es el chavismo argentino.
Ni Fernández, ni Pichetto, como compañeros de fórmula, aportan votos propios, y su rol se resume en la capacidad para articular con los gobernadores peronistas, que son muchos. Aquí también cabe mencionar que esos mismos gobernadores, retuvieron sus cargos en las elecciones de este año, gracias a que su gestión se vio favorecida por la impecable conducta del presidente Macri de no politizar los aportes del gobierno central, ni la obra pública nacional, la cual fue públicamente compartida con ellos. A diferencia de Cristina que usaba esos poderes para disciplinarlos.
El Instituto Ethos de Brasil separa la pobreza de hogar de la pobreza de entorno, siendo la de hogar la que afecta el bolsillo y la nevera, mientras que la de entorno es la que cubre las cloacas, el asfaltado, los puentes y transporte, así como la salud pública y la educación. Si bien ambos candidatos entendieron que la pobreza era importante, Cristina privilegió la de hogar, y Macri la de entorno. Cristina dejó destruir la infraestructura para ponerles plata en los bolsillos de la gente (y en los de ella y su grupo, según la justicia argentina), versus Macri que descuidó esos bolsillos, pero fortaleció la infraestructura. Con el bolsillo se puede tener algo ahora, pero a costa de no salir de la pobreza, mientras que con el otro, hay un sacrificio actual pero con un camino para crecer y dejar de ser pobre.
La mayor vulnerabilidad política de Macri para estas elecciones, es entonces el sacrificio que se le estaba pidiendo a la población. Y la mayor fortaleza de Cristina es esa debilidad de Macri, porque ella podía demostrar con hechos que en su época había plata en los bolsillos (sin mencionar a costa de qué).
Las PASO argentinas fueron una consulta no vinculante que sirvieron para que la población opositora se juntara con la macrista molesta, para darle un mensaje al presidente de que por ese camino ellos no querían seguir apoyándolo. Esto lo comento porque la actitud del votante frente a una elección, es diferente a la de una consulta, pues para esta última sabe que con su voto no puede cambiar la realidad, pero si puede darle valor a un mensaje. La teoría es que el votante fiel de Cristina nunca votará por Macri, y el resto del espectro político, nunca lo haría por Cristina.
Los resultados de las PASO hay que verlos en el contexto anterior para tener una perspectiva de qué es lo que pudiera ocurrir en las elecciones de octubre y en el ballotage de noviembre. La diferencia de votos a favor de la fórmula kirchnerista fue tan grande que no cabe pensar que haya sido el reflejo de la situación electoral del país, la cual es seguida y monitoreada, minuto a minuto, por diferentes agencias de inteligencia, encuestadoras y analistas políticos y económicos, quienes “leían”, cada quien desde su perspectiva, un empate técnico con ventaja para el kirchnerismo, y no los 15 puntos que resultaron. Hay quienes prefieren creer que si fue el reflejo, y ya comenzaron a hablar de la transición, a formar el gabinete de Kirchner, y a “contar los pollos antes de tenerlos”, porque no creen que ya haya tiempo para rectificar. Por cierto, me impresiona el exitismo de los medios que de un momento para otro ya están “endiosando” a quien hasta hace poco menoscababan, y dando por sentado el resultado de una elección para la que aún faltan más de dos meses. En fin, cosas veredes amigo Sancho.
También están los que creen que aun hay un camino que recorrer, pues si se asume que fue un mensaje de la gente, también es razonable que quien lo envía espere por una respuesta, la cual ya fue concretada por Macri, no solo con las palabras de disculpa y de recepción del mensaje, sino con decisiones de estado para corregir y poner dinero en el bolsillo de la gente, tal cual lo pidieron:”los escuché y los entiendo”.
La campaña electoral entonces acaba de comenzar y habrá que ver como evoluciona. Lo único cierto para mí como analista, es que no está todo dicho, y que los resultados están abiertos.
En la hipótesis de que Macri retuviera la presidencia, podría esperarse una continuidad de lo que ha venido haciendo, pero ahora privilegiando a la gente, aunque sin abandonar la economía y la obra pública, en un ambiente de transparencia, que es su marca de gobierno.
Ahora, si Cristina la ganara, el vuelco sería dramático, pues rescataría las banderas de no financiarse con el FMI, cuya deuda posiblemente entraría en default, lo cual junto con la falta de financiamiento por mercados, -porque el lunes le mostraron que no la quieren- tendría que basarse en los chinos, y se regresaría a un esquema de controles y aislamiento que los alejaría del mundo al que los argentinos se han ido acostumbrando, y regresando al eje Buenos Aires-Caracas, que los internaría en el sub mundo de las sanciones americanas, y les dejaría como amigos a Bolivia, Cuba, Irán, Rusia y China, y todo el resto tomaría distancia, con el daño que significa si Brasil les cierra la puerta.
Claro que están los que dicen que eso no ocurriría por el pragmatismo de Alberto Fernández y de Sergio Massa; por lo que comencé este informe mencionando que si bien el cargo de presidente es de Fernández, el poder, el verdadero y concreto poder, es de Cristina Kirchner –la ”dueña” de los votos- y de su hijo Máximo, representado por La Cámpora.
En la orilla de un río, un alacrán buscaba la manera de cruzarlo y le pidió a una ranita que lo ayudara, llevándolo sobre su lomo. La ranita se negó porque la podía picar y matarla. A lo que el alacrán le argumentó que no habría ese riesgo, pues si lo hiciera, el también se moriría, por lo que la ranita, ante esa lógica contundente, aceptó, e iniciaron el cruce. Ya por la mitad del río, el alacrán le clavó su aguijón, y mientras la ranita se moría le preguntó: porqué lo hiciste si vas a morir tú también. Lo siento, le respondió, pero el hecho de clavar el aguijón está en mi naturaleza.
No hay manera de que el kirchnerismo/chavismo se convierta en liberal o se flexibilice, así lo argumenten con lógicas contundentes, o a través de voceros de oportunidad, porque esas banderas y símbolos, están en su naturaleza.
Social
Tal vez el problema social más serio que enfrentamos como sociedad sea el de la diáspora que está cambiándole el perfil al país, tanto por los que se van como por los que se quedan. Estos últimos se enfrentan a la falta de elementos básicos para la vida tales como el agua, el gas y la electricidad, además de la falta de alimentos y medicinas, en un entorno de alta inseguridad, que ha llevado a que los problemas de educación y del deterioro ético y moral (corrupción), terminen postergados, por ser considerados casi un lujo. Y también, como consecuencia, más de la mitad de los que se quedan tienen intenciones de irse, y casi todos ellos: lo antes que se pueda.
Se trata de una estampida en huida, que no es leída, ni interpretada por el estado, porque, al haberlo politizado, los considera poco menos que traidores. O sea que los estados posibles de un venezolano hoy son, o bien ya se fue, o bien se va a ir. Y el que no, es porque tiene alguna circunstancia personal que lo retiene.
Lo interesante del fenómeno del emigrante, 20% de la población para finales de este año, es que en su mayoría envía dinero (remesas) que ayudan a sus familiares, y algunos, los que lo remiten por vías formales (p.ej. Zoom) incrementan las reservas del banco central y facilitan el consumo. Aun no hay cifras definitivas, pero, al igual que en Centroamérica –se compara nuestra economía con Guatemala- las remesas de dólares comienzan a ser una palanca económica relevante, tanto macro, como microeconómicamente hablando.
Política
Tal como habíamos anticipado, la mesa de Barbados sigue allí esperando a que vuelvan a sentarse, pero ya con expectativas más claras de lado y lado. Por ejemplo ya saben que las sanciones no son negociables porque no tienen que ver con democracia o DDHH, sino con un tema directo entre el chavismo y la relación que ellos mismos construyeron con los “gringos”; y que solo terminarán cuando la revolución abandone el poder. También saben que Maduro no se irá, y que solo habrá elecciones presidenciales en 2025, o antes, en 2022, si se convoca un referéndum revocatorio. Entonces, si de esos dos temas no se habla, sobre qué podrían dialogar.
Una negociación tiene sentido solo cuando cada parte necesita algo de la otra; la pregunta es, qué necesita el chavismo que la oposición pudiera darle. Tal vez la liberación de algunos fondos sobre los que ya Guaidó y su equipo tienen control. Y qué pudiera necesitar la oposición que el chavismo pudiera darle; tal vez, a cambio de unos fondos, pudiera conseguir posiciones en el CNE. Como puede apreciarse, es difícil llegar a un intercambio de intereses, más que nada porque la oposición ya escogió el camino del doble gobierno, y nada pareciera que va a sacarlo de esa vía.
Barbados, entonces quedará como el punto de encuentro luego del choque de trenes que se avecina, al no haber perfiles de negociación política, y deban pasar, todos, al campo de la violencia.
La sugerencia que tengo para Barbados es una mesa de acuerdos económicos sobre electricidad, petróleo y telecomunicaciones, cuyos resultados, reflejados en proyectos de políticas públicas, se apliquen en el “mientras tanto”, y la oposición pueda lograr algunas excepciones de la OFAC, cuando esto sea necesario. Llegar a acuerdos sobre traspaso de empresas públicas al sector privado, y asegurar que se minimizarán los controles. Allí si se puede anticipar que ganaríamos todos, chavistas y opositores; pero lo más importante, ganaría el sufrido pueblo de Venezuela.
Económico
En línea con lo mencionado sobre la emigración, uno de los temas más difíciles para la economía está relacionado con la gente, que en términos empresariales se llaman RRHH o talento humano. Desde la necesidad de formación profesional complementaria para que los que se quedan puedan ir supliendo la ausencia de los que se van, pasando por los problemas de inseguridad y transporte, para acudir a sus centros de trabajo, mas la inestabilidad de la electricidad, y la internet para el trabajo desde sus casas, conforman un cuadro que llevará a que las empresas deban considerar revisar sus modelos de negocio.
Recomiendo desarrollar una matriz que optimice la combinación de recursos humanos versus procesos de negocio, para estar seguros que cada paso de proceso está atendido por alguien, y que cada “alguien” está responsabilizado por uno o más pasos del proceso. Y cada vez será más necesario contar con, y formar a, profesionales y técnicos capaces de cubrir posiciones diferentes a las usuales, hacia arriba, hacia abajo y laterales, en sus segmentos organizacionales de proceso, así como en otros procesos en los que se produzcan los faltantes.
Aun tenemos por delante un tiempo suficientemente largo de una economía recesiva, en la cual deberemos actuar como en un estado permanente de emergencia, anticipando cuando se pueda, y reaccionando el resto de las veces. Hasta las tareas rutinarias se están convirtiendo en excepcionales.
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