Definición
Intuición, según la es la percepción clara, íntima e instantánea de una verdad sin el auxilio de la razón, tal como si se tuviera a la vista; facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin razonamiento.
El diccionario Webster’s la define como el poder o facultad de obtener conocimiento directo sin pensamiento racional o posibilidad de inferencia evidentes. Entendimiento rápido y listo para usar.
Proviene del latín “Intuent” que significa ver el interior. Es una manera de saber y de sentir la verdad sin explicación.
Reflexión
“El mundo que hemos logrado crear como resultado del nivel de pensamiento aplicado, ha sacado a la superficie más problemas e interrogantes que los que podemos resolver con ese mismo nivel de pensamiento”.
Muchas veces tomamos decisiones que van más asociadas a lo que sentimos que a lo que pensamos, esto sucede cuando la respuesta a algo viene unida a un cosquilleo en el estómago o a una sensación de alarma, más a que a un razonamiento lógico y analítico.
En esos momentos se está en presencia de la intuición que nos hace responder con ideas o percepciones espontáneas, no buscadas, que dan un alerta o condicionan una decisión; y la mayoría de las veces, después de tomada, se crea la sensación de alivio y tranquilidad de haber hecho lo correcto.
La intuición trabaja como una señal de radio a la cual tenemos que estar sintonizados para captarla e interpretarla. Primero hay que tomar responsabilidad por uno mismo y sentirse cómodo o alineado con lo que se está haciendo. Claro que ese confort con la situación estará asociado también a una base de conocimiento del tema del que se trate, de forma tal que garantice que las intuiciones estén dentro de cierto contexto y posibilidades. Hacer esto de manera continúa, constituye una habilidad que se perfecciona con la práctica.
La razón, conjuntamente con los modelos y técnicas de toma de decisiones, se mueve en un plano totalmente diferente al de la intuición lo cual significa que no se dan juntos; sin embargo, utilizados en el balance adecuado, son la base del éxito en la toma de decisiones. La gerencia por intuición está tomando ventajas sobre los enfoques tradicionales. Píenselo un poco y verá que en muchas ocasiones usted también la utiliza.
Uno podría pensar que sólo algunas personas con ciertas características paranormales cuentan con estas habilidades. Pero no es así, cualquiera de nosotros puede someterse a un entrenamiento para lograr el balance, o lo que es lo mismo, para desarrollar habilidades intuitivas en el proceso de resolver problemas.
Cuando la gente dice “sigue a tu corazón o a tus instintos”, o “escucha tu voz interior”, está hablando de intuición. Hay veces en que la voz interna es un reflejo de nuestros miedos y temores y para poder separarlos es necesario manejar herramientas de relajación y meditación que nos permitan estar en calma y tranquilidad. Sólo así aparece ese sexto sentido o presentimiento que se vuelve en una señal segura y uno puede apoyarse en ella para tomar decisiones.
La intuición es un recurso que provee un nivel de información que no proviene del lado analítico, racional y lógico del cerebro. Pueden ser señales verbales, sonoras, imágenes, sueños, figuras que tienen que ver con situaciones que vivimos, y en general cualquier medio para pasar el mensaje.
Algo que se parece a la intuición, sin serlo, es el procesamiento instantáneo de información, como abstracción de los procesos formales. Esto se “lee” como que si se almacenan los datos en grupo, uno puede procesar instantáneamente la información y decidir o ejecutar acciones exitosas casi sin pensar.
Pero eso es automatismo, que explica sólo un porcentaje bajo de las decisiones por intuición. Por ejemplo, el proceso de amarrarse los zapatos, al principio uno tuvo que pensarlo paso por paso, y luego se volvió tan natural que en la actualidad si lo piensa se equivoca.
La experiencia me ha demostrado que la toma de decisiones intuitiva, independientemente de la agilidad y velocidad que imprime a los procesos, se construye a través de la abstracción de los procesos formales: la misma mente que construye el modelo es capaz de procesarlo a una gran velocidad y dando los pesos a las variables en forma mucha más precisa que si tuviera que exteriorizar y explicar su comportamiento.
Si se combina adecuadamente la técnica de los grupos de información en el plano racional con la posibilidad de identificar las intuiciones cuando éstas se presentan, se estará en presencia de un poderoso tomador de decisiones que potenciará cualquier organización o negocio en el que esté presente. Cada vez más la capacidad para abstraerse del plano racional y “visualizar y sentir” las vibraciones que produce la energía de las decisiones, debe ser considerada en el proceso de selección de ejecutivos de alto nivel. La visión del gerente del siglo 21 debe tener un alto contenido de intuición.
(*) Economista. Socio Ejecutivo de la firma de Consultores Gerenciales
Nueva Tecnología de Negocios – NTN
Btripier@ntn-consultores.com
www.ntn-consultores.com
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