El Plan de la Nación 2007-2013 hace énfasis en la mayor participación del Estado en la actividad empresarial. Cabe hacer algunas reflexiones sobre gobernabilidad corporativa para asegurar que los objetivos de producción y abastecimiento se cumplan como la contribución esperada de una empresa para con la sociedad y con la economía del país.
Se dice que hay un ambiente de gobernabilidad corporativa desde el punto de vista interno cuando los accionistas, la alta gerencia y la junta directiva, mantienen un equilibrio de roles de manera independiente y satisfaciendo sus propias expectativas, en un circuito de conflicto positivo de intereses. Habrá también gobernabilidad corporativa externa si se alinea con las expectativas de los terceros interesados.
Cuando se trata de empresas poseídas por el Estado, el equilibrio entre los tres roles principales, tiende a alterarse por la excesiva intervención de factores diferentes al cumplimiento de los objetivos para los que fue creada.
El gobierno ejerce a nombre del Estado el manejo del rol de accionista, y nombra a la junta directiva, perdiéndose la posibilidad de la diversidad, tanto a nivel del accionista, como de la conformación de la junta; luego en el caso de la alta gerencia, también nombra al presidente y a los altos directivos.
Quiero enfatizar en el efecto protectivo que tiene la diferenciación de roles en la salud corporativa a largo plazo, la cual también se evidencia en las empresas del Estado exitosas, que no son otras que aquellas en las cuales la alta gerencia tiene un alto nivel de independencia y competencia técnica y de negocios, y una estrategia de carrera que sirve de línea de defensa frente a la junta y al accionista.
Las tendencias en materia de democracia les asignan cada vez más participación a los ciudadanos en las materias de gobierno, especialmente en aquellas que impactan directamente a una comunidad en particular o a la sociedad como un todo.
La relación entre el ciudadano y el capital accionario de las empresas del es aun un tema que requiere desarrollo. Debe buscarse una solución de forma tal que el capital se atomice y habilite a las asambleas de accionistas a contar con la variedad de criterios que tienen las corporaciones de capital abierto. No se puede jugar a ser accionista: se es o no se es.
Debe trabajarse sobre el marco regulatorio de las empresas del Estado, tanto para incorporar los elementos de participación que fortalezcan la gobernabilidad corporativa, como para darles un estatus jurídico especial que les permita agilidad operativa y gerencial, orientada a la competitividad.
En los países latinoamericanos en los cuales las corporaciones mas grandes están en manos del Estado, hay que generar un capítulo especial para contar con juntas directivas independientes, una gerencia técnica de negocios, rol del gobierno en la generación de políticas públicas sectoriales y de responsabilidad social, una alta participación de la comunidad, y auditores externos sin conflictos de intereses; con una estrategia de focalización en los diferentes grupos de stakeholders asociados a cada empresa o corporación.
Estamos acostumbrados a escuchar que todos los ciudadanos somos los dueños de las empresas del Estado; sentimos que es así y nos gustaría opinar directamente sobre su manejo.
Latest posts by Benjamín Tripier (see all)
- La naturaleza del alacrán - 20/08/2019
- Hay que parar esta locura!!! - 12/08/2019
- Reseteo y reinicio - 05/08/2019