No hay que perder de vista la alta interdependencia que existe entre las unidades productivas y su entorno; no se puede esperar que si el entorno está en crisis cada empresa o institución no vayan a ser impactadas de alguna manera; y ese impacto (alto-medio-bajo) estará relacionado con la capacidad de anticipación y de lectura del entorno.
Esto es válido tanto para una empresa, como para un país como el nuestro.No hay que perder de vista la alta interdependencia que existe entre las unidades productivas y su entorno; no se puede esperar que si el entorno está en crisis cada empresa o institución no vayan a ser impactadas de alguna manera; y ese impacto (alto-medio-bajo) estará relacionado con la capacidad de anticipación y de lectura del entorno. Esto es válido tanto para una empresa, como para un país como el nuestro.
En artículos anteriores les segmentaba la crisis mundial de la siguiente forma:
• 1ra OLA FINANCIERA que llevó a la recesión económica y de la cual ya pasó lo peor
• 2da OLA OPERATIVA multisectorial con impactos amplios y diversificados, la cual está viviendo el mundo en este momento
• 3ra OLA DE LAS RESERVAS la cual aun no ha comenzado y será la que nos afecte mas de cerca
Si bien pareciera que el impacto fuerte de la crisis sobre nosotros será recién en la tercera ola, es importante tomar medidas en este momento para anticipar y optimizar la utilización de los recursos y lograr mayores resultados por cada unidad de gasto e inversión.
Quiero compartir algunas recomendaciones preventivas:
• Reacomodar las prioridades de cara a la nueva situación. Cualquier proyecto que tenga un cierto tiempo sin dar resultados es probable que ya no los dé. Cortarlo o reformularlo con un esquema realista de seguimiento.
• Reconocer cual es el negocio / actividad principal y concentrarse solo en él.
• Mantener buena comunicación con los públicos internos y externos balanceando realismo con optimismo.
• Considerar que los clientes y proveedores están enfrentando situaciones similares y hay que acompañarse mutuamente; evitando apalancarse solo aguas arriba pues a la larga será un perjuicio para todos.
• Evitar financiarse en forma costosa. Orientarse al patrimonio.
• Revisar el recurso humano para ver si responde igual bajo situaciones especiales, las cuales pareciera que serán la futura “normalidad”.
• Reevaluar los esquemas de outsourcing si se empieza a tener gente disponible.
• Considerar al flujo de caja como una variable crítica.
• Explorar opciones de fusiones y adquisiciones
Todo hace pensar que el modelo de mercado no sufrirá mayores modificaciones, pues no solo se ha mantenido, sino que es el único vehiculo que nos está indicando como va la evolución de la crisis; lo que si cambiará sin duda es el esquema de valores y prioridades – la inclusión social no puede ser postergada- así como la presencia y el arreglo organizativo de los actores relevantes.
Aun estamos a tiempo de anticipar y asegurar el éxito. Si se nos pasa la oportunidad y actuamos con la crisis encima, el éxito será solo otra opción.
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