La crisis va haciendo que el gobierno vaya perdiendo gobernabilidad en cada vez mas áreas, y para que no se agraven, debe ir dejándolas fluir, aun en contra de su propia naturaleza que es estatismo y control. Por eso vemos que en la práctica, la participación del estado se está circunscribiendo al control social, mientras concentra todos sus esfuerzos en el campo mediático comunicacional, y en proveerse recursos económicos, -cada vez con más dificultad- de fuentes cada vez menos sujetas al control fiscal. Esta circunstancia está llevando a que lo político esté tendiendo a separarse de lo económico. Que mientras el juego por el poder va alcanzando su propio ritmo dejando a la vista los problemas internos de cada una de las partes y sus interrelaciones, tanto entre los dos bandos, como de ellos con el exterior; hay un ámbito económico que se va diferenciando, pues hoy Venezuela ya no tiene el dinero como para financiar dogmatismos de izquierda, y debe permitir que la economía fluya de la mejor manera posible; que en nuestro caso, debe ser con cada vez menos presencia del estado.
- En cuanto a lo político, lo que va del año 2019 nos ha mostrado una oposición haciendo juego cerrado con el gobierno de EEUU, y contando con el apoyo de los gobiernos de Latinoamérica, y de Europa. Eso no había ocurrido en el pasado, por lo que este nuevo matiz, hace que ya no sea tan fácil que la oposición caiga en los juegos que le va proponiendo el chavismo, por aquello de que el master plan ya no es local sino que viene consensuado con EEUU. El problema allí, reside en que ni EEUU, ni el resto de los gobiernos, entienden a fondo la realidad local, y parten de supuestos, que en los casos de estudio referenciales que usan, no coinciden con nuestras características sociológicas y antropológicas, y por consiguiente no pueden anticipar, ni acertar el comportamiento y la reacción ante ciertos estímulos. Por eso es que, leído desde adentro, el 30A no había una expectativa real de cambio, mientras desde afuera lo daban por un hecho. Así como el viaje a Noruega, podría haber parecido una buena idea, pero se convirtió en un bumerang de cuyos efectos va a costar recuperarse. Ese tipo de “pruebas y errores”, es de esperar que permitan las llamadas “lecciones aprendidas”, pese a que producen un desgaste y un desánimo que hacen más lento el proceso de concientización social, pues el daño más grande es hacia la confianza y la credibilidad en la dirigencia opositora. En ese mismo orden de ideas, cuál sería el aprendizaje y cómo se aplicaría, ante el nuevo estímulo de la convocatoria a elecciones anticipadas para la AN: la oposición se negaría como bloque bajo las mismas premisas del 20M2018; o, acudirían los mismos partidos de entonces, dando como resultado la profundización de las institucionalidades paralelas, teniendo de un lado a la AN actual y la presidencia encargada, y del otro, la nueva AN, la ANC, además de la presidencia ejecutiva. En fin, pareciera que estamos en una situación de “cancha embarrada”, donde cada una de las partes aporta su cuota de barro.
- En cuanto a lo económico, este “dejar hacer” que está aplicando el gobierno, no termina de convertirse en una nueva etapa, porque no se ve un verdadero compromiso político, sino más bien una maniobra táctica, impulsada por algunos “tecnócratas” del chavismo, pero que está muy mal vista por el grupo dogmático, el cual, como tantas veces ocurrió en el pasado, podría echar por tierra cualquier esfuerzo del sector privado, por estructurarse para re asumir el rol de actor crítico que tiene en cualquier país del mundo. Y que en el nuestro hoy, no hay duda de que sería genuino, porque ya no hay dinero del estado para competir por él: “el chavismo acabó con el rentismo petrolero”.
Si el gobierno se flexibiliza, lo está haciendo como respuesta defensiva a las sanciones, y esperando que la “nueva burguesía” (palabra que nunca me ha gustado) asuma su rol, corriendo el riesgo de que sea la “vieja burguesía” la que termine haciéndolo, pues la otra aun no está en condiciones de asumir ese papel. Si el sector privado no asume el reto que se está planteando, el resultado será la anarquía. Y si lo asume sin reglas claras, estaría corriendo el riesgo patrimonial de perder el esfuerzo y la inversión. No hay que olvidar que bajo un gobierno chavista, siempre estará presente la “espada de Damocles” de la estatización de la economía. Pero vamos a asumir que eso solo ocurriría, si el accionar del sector privado se convirtiera en un riesgo político; pero que si las empresas se auto regulan, y asumen con responsabilidad económica, social y política su rol histórico, entonces se podría pensar en un esquema donde coexistan los dos sistemas, y que el sistema capitalista, sería el gran procurador de bienes y servicios para el sistema socialista/comunista, vía algunos mecanismos que hagan que el estado no tenga participación transaccional, sino que regule y arbitre (como lo haría cualquier gobierno en un país democrático) los mecanismos de compensación entre los dos ambientes. Está claro que un sistema así no sería sostenible en el tiempo, pero por lo menos permitiría que en esta transición hacia una salida a la crisis sistémica, el suministro de ciertos bienes y servicios pudiera estar asegurado; por lo menos en un mínimo que nos aleje de la “somalización” a la que nos acercamos peligrosamente.
Como parece que el ritmo de la política es diferente al de la economía, deberíamos tratar de desconectarlas y permitir formalmente, que mientras los políticos luchan por el poder, los empresarios puedan luchar por el país.
Hoy se presentó en el canal TN de Argentina una entrevista a Juan Guaidó, en la cual también participó Elisa Trotta, su embajadora designada. Había dos intencionalidades claras en el trabajo periodístico, una de concientización sobre la situación de Venezuela y de los venezolanos residentes, y la otra, alertar sobre los daños que produce el populismo socialista, de cara a las elecciones internas de este año. Las publicidades del espacio, estaban relacionadas con obras públicas espectaculares del gobierno de Macri, comenzadas y terminadas en una gestión de gobierno, y sin una remota sospecha de corrupción. El mensaje implícito era: un gobierno populista nunca hubiera tenido ese tipo de logros, y si regresara, tampoco los tendría. Por cierto, hoy en Argentina se celebra el 25 de mayo de 1810, con el Cabildo Abierto, y la constitución de la Primera Junta de Gobierno: ¡feliz fecha patria para todos los argentinos!
Social
El chavismo introdujo una dimensión cultural que no estaba en el pasado, pero que todavía (20 años no es nada…) no ha logrado que se internalice, pues aun está en sus etapas simbólicas y declarativas, y no ha logrado cambiar ni las aspiraciones, ni las expectativas reales de la sociedad, especialmente de aquella parte, que sigue siendo el objetivo de la revolución, que son las clases menos favorecidas. A diferencia de Cuba, donde si ha habido el tiempo suficiente como para romper con los paradigmas aspiracionales.
Como sociedad, tenemos componentes psicosociales propios, comunes para todo el país; pero también tenemos diferencias profundas dependiendo del nivel socio económico y cultural. No podría pensarse que la clase media es homogénea, así como tampoco las clases menos favorecidas lo son. Hoy en día los elementos comunes son los que prevalecen por encima de las diferencias. Hemos llegado a un nivel de necesidades básicas, en el cual la ideología es un lujo que pocos pueden pagarse.
Todo lo que la gente quiere es vivir mejor, y pareciera que la dirigencia no lo entiende y cree que es por ideología: ya no importa quién sea que esté en el gobierno, pero que lo haga bien. Y eso no está pasando, pues lo están haciendo mal.
Político
Negociación y dialogo son dos palabras con significados muy diferentes, y para nuestro caso, la primera requiere de compromiso de las partes, mientras que la segunda, no. Por lo que yo eliminaría del campo de opciones al dialogo como estructura, aunque nunca como práctica coloquial. La negociación es entonces la opción política a la que deberíamos apuntar todos. Como les vengo diciendo hace tiempo, a la negociación pocas veces se llega para evitar el conflicto, sino que en general es para administrar el desastre causado por ese conflicto.
Ambas partes locales involucradas, están en rumbo de colisión, y no parece haber ninguna señal de que algo pueda detenerlas, hasta que el choque sea una realidad y, entonces, no quede otro remedio que negociar.
Las inconsistencias son preocupantes: pasar del 30ª, a Noruega, parece errático; y comenzar a liberar la economía mientras se crea una nueva empresa pública potencial rectora de las empresas pública y privadas, también parece inconsistente.
El mundo de la política y el poder está tan divorciado de la trágica realidad que la gente (el pueblo, nosotros), vive todos los días, que ya ninguno parece estar pendiente del otro. En la política, buscando mantener/obtener el poder, sin mirar nada mas, y la gente, como si no hubiera dirigencia, cada vez más por su cuenta y buscando cómo se arregla. Y cuando en ese divorcio, son niños (JM de los Ríos) los que mueren, pudiendo haberse salvado, y cuando la explicación es “el otro tuvo la culpa”, entonces nos damos cuenta de que la política está causando más daños que beneficios, y que estamos cada vez más cerca del “que se vayan todos”. Ya con palabras, marchas y discursos, esto no se arregla. Ha llegado la hora de los renunciamientos históricos, y que el gobernante que no lo está haciendo bien, le ceda el puesto a alguien que si pueda hacerlo…
Cuando me refiero a la catástrofe luego de la cual vendrá la negociación, no estoy pensando necesariamente que será pueblo contra pueblo, según sus tendencias políticas; más bien creo que será abajo contra arriba, tratando de cambiar una dirigencia que nos ha traído a este desastre en el que se ha convertido el país. Quien de una forma u otra, por acción u omisión, por hacer o dejar que hagan, nos ha traído hasta aquí, difícilmente pueda ser quien nos saque de la crisis.
Económico
La anarquía que se está produciendo en el mercado interno de combustibles, puede alcanzar niveles catastróficos, pues esos combustibles son los que se usan en el proceso eléctrico, desde el gasoil y la gasolina, hasta los aceites dieléctricos y lubricantes. Porque si bien el grueso de nuestra generación es hidráulica, ya desde ese mismo momento los combustibles pasan a ser necesarios, y estos se obtienen de plantas que en general se alimentan de generación térmica, la cual es 100% dependiente de combustibles. O sea que estamos en un círculo vicioso que solo se romperá cuando se le permita al sector privado hacerse cargo de una actividad que es esencialmente empresarial. Ya deberíamos haber aprendido (por la vía dolorosa) que los gobiernos que se dedican a ser empresarios, terminan no haciendo bien ninguna de las dos cosas, porque, la una mata a la otra…y viceversa.
Los anaqueles llenos de los supermercados no son sostenibles a menos que se llegue a algún tipo de auto control por parte de las empresas, tratando de hacer que coincidan las ofertas con las posibilidades de la demanda. Por ejemplo, tener presentaciones con cantidades más pequeñas, permitiría a la gente no tener que financiar inventarios en los anaqueles de sus casas, y permitir una mayor rotación. Si no rotan, las plantas y los importadores se desalentarán y volveremos a la escasez, a la cual no solo se llega por controles de precios que los hagan insostenibles, o por tanta libertad que los haga incomprables. El ya mencionado “dejar hacer” en el que está el gobierno, realmente puede ser una oportunidad, solo si el empresario así lo entiende, y procede en consecuencia. De otra forma, se profundizarán todos los aspectos negativos con los que lidiamos todos los días.
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