Juan Guaidó salió de Venezuela y cruzó la frontera a las 5 y 20 pm, aproximadamente, a pié por el puente Tienditas y se abrazó con Duque, Benitez y Piñera, además de Abrams, representando a Trump, y se sumó al concierto, mientras cantaba Alejandro Sanz. Llegó en helicóptero colombiano desde Agua Clara, cerca de Cúcuta. El tiene prohibición de salida del país, por lo cual, lo más probable es que al regresar tenga que enfrentar algún tipo de problema.
Lo que está pasando tiene mucho valor simbólico, así como esta primera oleada de 700 Tn de ayuda humanitaria, que pretende probar las resistencias, pues al día siguiente, mañana 23F, JG se pondrá al frente de la caravana a las 7 am hora de Venezuela, para cruzar la frontera, aunque aún no se sabe por cuál de los 7 puntos de cruce que hay, lo hará. Sigue siendo un misterio cómo lo logrará y que efectos producirá.
Cabe mencionar que a nivel popular, en los barrios y en las colas de autobús, se decía que el 23F caía el gobierno y que salía NMM. Yo en lo personal no veo cómo podría esto ocurrir, pero a veces, la sabiduría popular produce una energía que hace que las cosas ocurran. Pido disculpas por el pensamiento mágico.
La alegría y solidaridad que se respiraba en el concierto, contrastaba con las tomas de TV que hacían del lado venezolano donde había agresividad y rechazo a lo que estaba pasando. Son como dos dimensiones diferentes, dos humores, dos enfoques: uno que mira al futuro con entusiasmo y esperanza, y el otro que lo mira con temor y desconcierto.
Ninguna de las partes estaba preparada para lo que está pasando:
- El chavismo estaba acostumbrado a marcar la pauta y a tener todo bajo control; hasta las protestas estaban en un ámbito que podían manejar. Pero ahora se ve superado por las circunstancias pues los eventos los sorprenden todos los días y los tienen a la defensiva. Por ejemplo, de repente aparece Branson organizando un Aid Live de 400 mil personas y 400 Tn en equipos…de dónde sale? O 50 países geopolíticamente relevantes para la región de Venezuela, desconociendo a NMM y reconociendo a JG; la coordinación precisa de la ayuda humanitaria internacional en los tres puntos originales, mas Miami; además de la fuerza de las declaraciones de las autoridades americanas incluyendo al presidente Trump, con un nivel de compromiso nunca antes visto. Bueno nada de eso estaba previsto por el chavismo. Lo que si esperaban era lo de las sanciones petroleras, pero aun así, tampoco podían dimensionar el daño que produciría. Por otra parte ya hay filtraciones de insatisfacción en el segundo y tercer anillo de poder, especialmente militares, sobre cómo DC y NMM (decisores finales) están manejando la situación. En pocas palabras se ve difícil que el chavismo retome la iniciativa, y pueda sostenerse mucho más sin comenzar a negociar, aunque ellos están apostando al “efecto Plaza Altamira” en el que la oposición se desgasta, se equivoca y ellos permanecen. En esta situación, podemos estar un tiempo más: entre seis y dieciocho meses; un poco más o un poco menos.
- Por su parte, la oposición tampoco esperaba el “efecto Guaidó” y se vieron sorprendidos por una secuencia de eventos, a partir del 23E, en los cuales la población, principalmente clase media con participación incremental de clases populares, salía a marchar y a apoyar cuando JG lo pedía; los dirigentes opositores apoyaban silenciosos y sin ganas, mientras que los parlamentarios asumieron sus roles activos apoyando disciplinadamente la estrategia que estaba en curso. Esa estrategia, desarrollada afuera, en USA, la conocen muy pocos, y ellos la van liberando paulatinamente, logrando los elementos de sorpresa que alegran a un lado y desconciertan al otro. Cabe mencionar que la no divulgación de la estrategia va creando una incertidumbre que pone en entredicho en forma permanente si se logrará o no. Por ejemplo, no se entiende cómo es que van a pasar la ayuda, Si o Si, apoyados por miles de voluntarios. Ni si habrá violencia, y si la hubiera, que grado alcanzaría y que efectos resultarían. Quién gana y quién pierde. JG mencionó que llegó a Colombia ayudado por la FANB, y suponemos que esa misma ayuda lo hará volver a entrar. ¿Habrá un quiebre? ¿los miembros del alto mando que se informó estaban en desacuerdo, evitarán el choque de una fuerza militar frente a voluntarios desarmados? La matriz que estaban armando NMM/DC alineados con Rusia y China de que había armamento en la ayuda humanitaria, no parece tener basamento suficiente como para un ataque militar a una población desarmada. O será que los colectivos armados harán el trabajo. En lo personal creo que se logrará pasar y que no habrá mayores problemas. Pero en pocas horas ya se sabrá con certeza. Y me comprometo a generar en el fin de semana, alguna actualización complementaria a este informe.
No se puede dejar de mencionar lo que está ocurriendo en la frontera con Brasil, donde el choque entre la FANB y comunidades Pemones dieron como resultado algunos indígenas fallecidos y heridos, y militares detenidos por la justicia pemona. Si a esa violencia le sumamos la ejercida sobre la caravana de diputados en camino hacia Cúcuta, podemos anticipar que hay algunas guarniciones que están alineadas con no atacar a civiles, mientras hay otras que están dispuestas a todo. Esto muestra que la unidad de comando en la FANB está afectada y que gente con armas de guerra que no responden a un mando unificado, son un peligro por la falta de previsibilidad por parte de sus propios jefes.
Social
En ciudades como Caracas, en un día como hoy, viernes 22F, se respira tranquilidad, y gente haciendo su vida normal; como si en la realidad no pasara nada y todo ocurriera en los medios y las redes. Nos enteramos por TV sobre los acontecimientos en Cúcuta hasta que Conatel sacó del aire Antena3 y NatGeo que transmitían en vivo. Lo que si estamos viviendo, es una nueva normalidad que se va deteriorando cada día más. Es normal ver a la gente comiendo de la basura, o gente conocida que pide dinero para comer o para atención médica o medicinas, y se ven inusualmente delgados, aunque sanos y de buen color.
Es normal que en las noches, en los barrios pobres, unos grupos uniformados y enmascarados ataquen y roben…a los pobres. Es normal que lo que se necesita de alimentación y medicina, aparece por espasmos, o carne o pollo, o protector gástrico o anti hipertensivos, o a veces los dos, o a veces (las mas) ninguno de ellos. Pero siempre, todo se consigue en el mercado negro, mucho más caro, que lo caro que es todo en normalidad. La inflación no se detiene, mientras el dólar, el Dicom y el paralelo, se atrasa y se estaciona, encareciendo los bienes en términos de dólares. En pocas palabras, nuestra “tranquilidad” es aparente, pues a lo que les mencionaba, hay que agregar la cada vez más frecuente falta de electricidad y agua, la inseguridad, mas la sensación de insatisfacción de saber que mañana será peor que hoy.
La gente está cansada de vivir mal. No hay manera de que el chavismo los convenza de que más vale eso que la amenaza de “perder la libertad y la soberanía”. No entienden muy bien a qué libertad se refiere el gobierno, así que en forma mayoritaria quieren que dé un paso al costado. El pueblo chavista, en su mayoría, ya abandonó emocionalmente a la revolución. Ya no creen en ella, así aun se vean obligados a manifestarse de otra forma. Porque hasta el último minuto, el fuerte control social se mantendrá, no ya por las fuerzas armadas, sino por los grupos civiles armados que son la última línea de defensa del chavismo, inclusive si los militares lo abandonan.
Política
La única que está funcionando es la que ocurre en el exterior, porque internamente hay una desconexión entre los dos bandos en conflicto, y la política, para ocurrir, requiere de contactos…de muchos contactos.
Hoy estamos peligrosamente en el límite donde termina la política y comienza lo militar, entre la FANB y alguna fuerza o coalición internacional. Lo que nos lleva a que la política se trasladó al exterior para evitar una confrontación entre las amenazas de EEUU de invadir, y las de NMM y DC, de defenderse. Allí no hay política. Esta está ocurriendo entre EEUU y Rusia, entre Rusia y China, y entre Jorge Arreaza y Guterres en la ONU. Todo está ocurriendo afuera, pero los impactos serán internos.
Estamos ante una nueva forma de la política venezolana. Ya no se escucha a ninguno de los lideres que hasta diciembre opinaban, vociferaban y se sentían dueños de la verdad. Estamos frente al pragmatismo que surgió por la inutilidad de los discursos vacios; que ellos creían que eso era hacer política.
Económico
Las medidas, o mejor dicho, las liberalidades que están ocurriendo de permitir a las personas negociar divisas libremente en Zoom e Italcambio, la posibilidad de comprar euros en la banca y de transar vía Interbanex, mas el pedido de que las empresas hagan “lo que tengan que hacer” para procurarse sus suministros, son las medidas correctas, pero en el tiempo equivocado.
Veo con dificultad de que en circunstancias como estas, una empresa vaya a abrir cuentas en Turquía, Rusia, India y China, mas aun considerando que los volúmenes de negocio que se generan no dan para pagar comisiones y gastos para operar con bancos fuera del sistema swift. Eso además de los riesgos que implica en el tema de lavado de activos, mas aun cuando existe la perspectiva de que haya un cambio de modelo y las empresas quieren arrancar la nueva etapa con la mayor flexibilidad posible. Claro que siempre habrá empresas dispuestas a hacerlo…aunque son los menos.
El tema del efectivo se está convirtiendo nuevamente en un problema que deberemos enfrentar en poco tiempo, considerando que una gran masa de gente no tiene acceso a transacciones electrónicas por lo que demandan efectivo. La banca debe enfrentar esa demanda con un perfil de especies que hace que tenga que pagar con baja denominación para mantener el equilibrio de las remesas, pero la gente no quiere billetes pequeños, pues ya no compran casi nada. En fin, es la historia que repetiremos por tercera vez en poco tiempo.
La hiperinflación no bajará, y el hecho de que algunos productos bajen de precio, es mas como política comercial para mover inventarios ante la baja del consumo, que algo estructural y sistémico.
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